REVISIÓN AUDITIVA

A través de la videotoscopia u otoscopia podemos ver el estado del oído externo, canal auditivo y membrana timpánica. De esa manera nos aseguramos que el conducto auditivo no está obstruído y  vemos si existe o no perforación timpánica.

Es una prueba sencilla e indolora que permite detectar problemas en el oído externo, como la presencia de cerumen (oído tapado por cera), inflamaciones, infecciones o lesiones. Además, la videotoscopia u otoscopia permite detectar si existe una perforación timpánica o una lesión en la membrana del oído.

La presencia de cerumen puede ser la causa de una pérdida de audición temporal y es una de las causas más frecuentes de consulta en la especialidad de otorrinolaringología. Si se detecta la presencia de cerumen, el especialista puede proceder a su eliminación mediante técnicas seguras y efectivas para el paciente.

La timpanometría es una prueba auditiva que estudia el estado del oído medio, la movilidad del tímpano y los huesecillos conductores del sonido. Estudia si hay dificultad o no al paso del movimiento vibratorio por el oído medio. Medimos la integridad y funcionalidad del oído medio mediante el impedanciómetro.

Este dispositivo cambia la presión en el oído, generando un tono puro para medir las respuestas del tímpano al cambiar el sonido a diferentes presiones. Este proceso genera una serie de datos que se plasman en un timpanograma.

El timpanograma es un gráfico que muestra la respuesta del tímpano y la presión en el oído medio. Puede indicar si hay líquido en el oído medio, una infección, una perforación en el tímpano o un problema en los huesecillos auditivos. Es una prueba rápida y sencilla que se realiza colocando un pequeño tapón en el canal auditivo externo.

La timpanometría es especialmente útil para diagnosticar la otitis media, una infección del oído medio que puede causar dolor, fiebre y pérdida auditiva temporal. También puede ser útil en el diagnóstico de otros problemas auditivos como la enfermedad de Menière o la otosclerosis.

Es importante destacar que la timpanometría debe ser interpretada por un profesional capacitado para hacer un diagnóstico preciso y determinar el tratamiento adecuado en cada caso.

Con ella podemos cuantificar el grado de audición de nuestros pacientes de forma no demasiado precisa pero útil.

 Es una técnica audiológica que, mediante el uso de diapasones, evalúa la función auditiva. Realizamos las pruebas acumétricas de Rinne, Webber y Bing para obtener información sobre la capacidad auditiva de un paciente.

En la prueba de Rinne, comparamos la capacidad auditiva del paciente entre el sonido aéreo y el sonido de conducción ósea a través del hueso mastoideo.

En la prueba de Webber, evaluamos si el paciente tiene una audición normal o si hay una diferencia entre el oído izquierdo y derecho al escuchar un sonido.

Por último, en la prueba de Bing, evaluamos si el paciente tiene una alteración en la función del músculo del estribo del oído medio.

Estas pruebas son útiles para detectar problemas auditivos como la pérdida auditiva conductiva o la pérdida auditiva sensorineural. Además, pueden proporcionar información importante para la elección del tratamiento auditivo adecuado.

gracias a la audiometría tonal podemos saber si la audición de una persona está dentro de unos parámetros normarles estandarizados o si existe una pérdida auditiva. La Audiometría tonal liminar es un examen subjetivo consistente en la búsqueda de los umbrales mínimos de audición para la vía aérea mediante la ayuda de auriculares, y para la vía ósea mediante un vibrador. Se realiza con un audiómetro y dentro de una cabina insonorizada.

Durante la prueba, el paciente debe estar sentado en una posición cómoda y se le colocan unos auriculares que emiten diferentes tonos de sonido a distintas frecuencias. El paciente indica cuando escucha el sonido y el especialista registra el nivel de intensidad del sonido más bajo que el paciente puede escuchar en cada frecuencia, lo que se conoce como el umbral de audición.

La audiometría tonal también se puede realizar por vía ósea, utilizando un vibrador que se coloca detrás de la oreja, lo que permite evaluar la capacidad auditiva del paciente en caso de que exista una obstrucción en el conducto auditivo externo.

Los resultados de la audiometría tonal permiten determinar el tipo y grado de pérdida auditiva que presenta el paciente, y son fundamentales para elegir el tratamiento más adecuado. Además, se pueden utilizar para realizar un seguimiento de la evolución de la pérdida auditiva y ajustar los tratamientos en consecuencia.

 a través de la prueba llamada umbral de inconfort podemos saber el límite de intensidad sonora a partir del cual empiezas a sentir molestias. Esto es útil para poder ajustar audífonos, y así limitar el volumen máximo de salida de sonido y que de esa manera no haya ninguna molestia al utilizarlo. Además, podemos saber el rango de audición. Es decir, desde que empiezas a oír hasta que el sonido te empieza a molestar.

Es importante destacar que el umbral de molestias puede variar mucho de una persona a otra, y depende de factores como la edad, la exposición previa al ruido, entre otros. Es por ello que la adaptación de los audífonos debe ser personalizada y realizada por un profesional especializado. De esta manera, se asegura que los audífonos se ajusten adecuadamente a las necesidades auditivas de cada individuo y se eviten daños en el oído por un uso excesivo o inadecuado de los mismos.

se analiza la mejora del entendimiento al utilizar los audífonos. Además, se utilizan cascos para medir la capacidad de entendimiento máximo en un entorno silencioso. Esta prueba se llama Logoaudiometría y es una prueba cualitativa consistente en listas de palabras, generalmente bisilábicas, preestablecidas y elegidas por sus características fonéticas, que se ofrecen como estímulo a intensidades crecientes sobre el umbral de audición. Estas listas deben contener términos familiares bien conocidos por el explorador y que posean una buena diferenciación fonética para que no puedan confundirse fácilmente.

La evaluación del entendimiento también puede incluir pruebas de comprensión del habla en entornos ruidosos o con múltiples voces, para determinar cómo los audífonos afectan la capacidad del paciente para comunicarse en situaciones reales. Una de estas pruebas es la prueba de dicótica, en la que se presentan diferentes sonidos en ambos oídos y se le pide al paciente que repita lo que ha escuchado. Esta prueba mide la capacidad de cada oído para procesar información auditiva en situaciones ruidosas. También se pueden realizar pruebas de reconocimiento del habla en situaciones ruidosas utilizando una matriz de altavoces para simular una situación de conversación en grupo.

Antes y durante la adaptación realizamos mediciones en oído real para que el ajuste de sus audífonos sea perfecto.

Con todas estas pruebas diferenciamos que tipo de hipoacusia tiene el paciente, para proponer la mejor solución a su problema auditivo.

Además, las mediciones en oído real también son útiles para verificar la efectividad de los audífonos y ajustarlos en consecuencia. Estas mediciones pueden incluir la verificación del nivel de ganancia del audífono, la respuesta del audífono a diferentes frecuencias y niveles de sonido, y la verificación de la cancelación de retroalimentación, entre otros aspectos.

También se pueden realizar mediciones para asegurarse de que el audífono se ajusta correctamente en la oreja del paciente y se siente cómodo.

Las mediciones en oído real son esenciales para garantizar una adaptación exitosa de los audífonos y una mejora significativa en la calidad auditiva del paciente.